Se dice a menudo que quienes ejercen la dirección de una institución escolar son las segundas personas que más influyen en el aprendizaje de alumnas y alumnos. En esta obra Michael Fullan explica como el modo de maximizar el rendimiento estudiantil no radica ni en la microgestión ni en iniciativas autónomas; muestra cómo debe cambiar el rol del director o directora escolar y cómo puede hacerse rápidamente.