Edmond Rostand conoció la gloria del estreno de su Cyrano de Bergerac, drama poético, de capa y espada, realista y romántico, basado en la vida del poeta y filósofo Gastón, autor de Historia cómica de los Estados e Imperios de la Luna. Personaje pendenciero, jugador, libertino y librepensador, materialista y poco romántico, célebre por su desproporcionada nariz, Rostand lo convirtió, con su drama, en mito y héroe nacional, haciéndolo pasar de la história a la leyenda.