Desde la primera página, el presumido bebé, con forma de huevo y siempre llevando corona, proclama «Yo soy el rey». El pequeño tirano lo tiene todo controlado en su reinado: las masas acuden a visitarlo y sus súbditos atienden todas sus necesidades.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información