… el superhombre no es ni un ideal ni una meta: es sólo el efecto sonoro de la voluntad de poder conjugada en el instante. Es decir, no existe una realidad a la que hay que llegar; el superhombre no es un modelo futuro ni una aspiración concreta. Visto de este modo, suponer que es posible una realidad efectiva para un nuevo ejemplar, es leer a Nietzsche con los ojos de un idealista. El superhombre tiene la misma condición ontológica que una nota musical: damos con él cuando reconocemos su presencia en una vibración regular que instituye el tiempo. Gustavo Varela, ensayista, crítico Doctor en Ciencias Sociales en la Universidad de Buenos Aires. Profesor de filosofía de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.