WILLIAM MORRIS (1834-1896), diseñador, artesano, empresario, poeta, editor, activista político, visionario?, un auténtico polímata en plena época victoriana, es conocido sobre todo como el más influyente reformador del diseño dentro del movimiento de las Arts & Crafts, que puso los cimientos del diseño moderno. Su rechazo a las condiciones creadas por la industrialización, la explotación obrera, el comercialismo y la rapiña de los industriales le llevó a abrazar métodos creativos medievales inspirados en la naturaleza. Siguiendo las enseñanzas de John Ruskin, para Morris el arte es la expresión del placer en el trabajo, y es este elemento artístico-creativo de la naturaleza humana lo que el sistema de explotación industrial y la tiranía comercial que lo acompaña le han arrebatado al trabajador. Recuperar el placer en el trabajo, volver a producir de una manera auténtica, requiere de un cambio radical en el sistema de la producción. Es la necesidad de superar el sistema capitalista lo que conduce a Morris a la acicón política.
En su vocación política confluyen los ideales socialistas y fraternales que antes sólo había conseguido plasmar en el trabajo artesanal y teórica acerca del arte. Pero la acción política no consiste únicamente en denunciar las injusticias del capitalismo, sino que es igualmente necesario transmitir una esperanza, una idea de futuro que inspire la acción revolucionaria. Morris no vacila en llamar a ese futuro "comunismo". A veces subestimado como mero utopista ensoñador, la aportaciónde Morris al pensamiento comunista resulta fundamental y de una gran actualidad, como esta breve colección de ensayos pretende mostrar.