Da a conocer la creación, desarrollo y desaparición de la Escuela Nacional de Instructoras Rurales “Onésimo Redondo”, controlada y dirigida por la Sección Femenina, así como la promoción y proyección de las mujeres que se formaron en ella.
La escuela tenía como misión elevar el nivel de vida de las mujeres del campo. Recibió alumnas de toda España, del extranjero e, incluso, fue copiada por otras naciones. La labor de la institución potenció la visibilidad de las mujeres en el ámbito de lo público y social en el medio rural, y para muchas representó una salida profesional.
Alicia Pascual rescata del olvido la aportación de las mujeres en el medio rural y su papel como agentes sociales, económicos y educativos. Así, relata cómo vivían y trabajaban en espacios de estudio, en donde también había tiempo de recogimiento y de camaradería.
La obra visibiliza la actuación de las mujeres en este periodo franquista, así como las iniciativas de la educación no formal, tan poco presentes en los estudios histórico-educativos.
