Ibn Rushd, latinizado como Averroes, desterrado en el pueblo cordobés de Lucena, narra su vida. Ha sido médico, jurista, médico del califa, astrónomo y filósofo. Ha vivido mucho y ahora en su vejez reflexiona sobre el pasado. Ha traducido del griego a Aristóteles y escrito unos extensos Comentarios sobre su obra, que pasarán a la Europa cristiana traducidos al latín y el hebreo. Esos comentarios ayudarán a Europa a salir de los años oscuros y abrirse al Renacimiento.