Siguiendo la tradición culinaria, la más casera de madres y abuelas, de panaderos, pastores y labradores del campo, el autor recorre las tres provincias aragonesas, sus capitales y cada una de sus comarcas para seleccionar platos propios de su cocina, elaborados con productos cercanos, de la tierra o insertados en la tradición del lugar. Recetas con productos frescos, cocina a fuego lento y de solución rápida , abarcando todo el espectro del menú, desde la ensalada al postre, con apartados dedicados a las migas o el bacalao, el vino y el queso, los jamones y embutidos, el ternasco, las verduras y frutas, los ranchos y calderetas. Para chuparse los dedos.