A lo largo del siglo XVIII, España vivió una serie de tensiones y conflictos derivados de las contradicciones entre los intereses del viejo orden social y las exigencias de la dinámica moderna. Para el autor de este volumen, la clave del período está en la constante relación entre lo individual y lo colectivo, entre las acciones humanas y las condiciones sociales heredadas e impuestas por intereses muy minoritarios, empeñados en perpetuarse.
Tan alejado de la historiografía tradicional, que repudiaba el siglo XVIII por extranjerizante, como de los que pretenden atribuir a los Borbones la renovación política y económica de España, el profesor Ruiz Torres, que tiene en cuenta las investigaciones de los últimos treinta años, aborda en este libro la demografía y el desarrollo económico desigual de las regiones. Las transformaciones sociales, el papel de la iglesia católica, el alcance y los límites de la Ilustración española, la gestión y reforma del imperio colonial y la situación que precipitó la quiebra de la monarquía absoluta, para brindarnos una nueva imagen de la España del siglo XVIII, mucho menos homogénea y centralizada de lo que hasta ahora solia afirmarse.