menudo se presenta a las matemáticas como aburridas y difíciles, y se olvida sin motivo
la belleza que descubre esta milenaria disciplina: las paredes decoradas por figuras geométricas
en los palacios de la Alhambra, la simetría hallada en la estrella de mar y en los copos
de nieve, en los distintos caminos para poner en jaque al rey del ajedrez; todo ello posee
una perfección que solo las matemáticas pueden describir. El autor expone en este libro
numerosos ejemplos de por qué esta “ciencia de los números” es no solo útil en la vida
diaria, sino también una profesión que apasiona y que aún ofrece muchos enigmas por descifrar.