Atlas ha perdido el rumbo. En un último intento por reconstruir su vida, decide participar en un programa de servicio comunitario dedicado a rehabilitar los senderos de Sierra Nevada, al oeste de California.
La única ventaja del programa es que cada día acaba tan agotada que quizás el cansancio le ayude a olvidar que este era uno de los lugares favoritos de su padre. Antes de que el cáncer se lo arrebatase, claro está.
Durante el recorrido, todo el mundo tiene prohibido usar su nombre real. Por lo que Atlas se convierte en Mapas y, junto con el resto de su equipo: Libros, Azúcar, Junior y Rey; se adentra en lo más profundo de la naturaleza.
A medida que se va librando de las mentiras que ha apilado a su alrededor como una enorme muralla tras la que protegerse, se da cuenta de que quizás esos cuatro desconocidos son en realidad quienes mejor la conocen en el mundo.