Hay quien escribe en cuadernos un diario. Hay quien escribe sobre papel, de forma cronológica y cada día (o casi todos)lo que le sucede. La mayor parte de las veces son pequeños detalles, como la sonrisa que se cruzó y que se volvió eterna o la conversación que incluía la palabra adiós.
Hay días en que no hay lugar para un punto y coma, ni para un punto y seguido, es entonces cuando se pone un punto y final.