"Los hijos de los días" tiene la forma de un calendario. De cada día, nace una historia.
Un libro que repasa acontecimientos con rotagonistas
grandes y pequeños, pero todos ellos trascendentales
en la historia de la humanidad. Galeano hace uso de
su abitual humor para mostrar los éxitos y los fracasos
del hombre, a veces con ironía, siempre con sinceridad descarnada, para hacernos ver que hay relatos que deben llenar las páginas de un libro para que no caigan en el olvido, porque sin ellos el hombre
perdería el recuerdo de hitos pequeños pero
trascendentales.