Alfie detesta ir al dentista.
Desde que una vez le arrancaron el diente que no tocaba, prometió que jamás iba a volver a una consulta.
Y ahora tiene una dentadura mellada y de un repugnante color entre amarillo y marrón...
Sin embargo, su peor pesadilla se ha hecho realidad: una nueva dentista ha llegado a la ciudad... ¡y ha ido a buscarle al colegio!