"Desde los jardines colgantes de Babilonia hasta los huertos ecológicos de las «guerrillas urbanas», el jardín ha sido un reflejo de la sociedad. Quien tiene la suerte de contar con un trozo de verde alrededor de su casa se enfrenta a una decisión complicada: ¿Vallarlo? ¿Decorarlo con una línea de setos perfectamente recortados? ¿Sentarse allí a mirar el horizonte pensando en la inmensidad del cosmos? Y parecidas preguntas se hacían ya los filósofos presocráticos, los decadentes franceses versallescos y el primer misántropo que se fue a vivir a unas ruinas en medio de un bosque."