Sé que no leerás esta carta. Con la misma certeza sé que es importante que la recibas. La vida de Osamu, maestro calígrafo, transcurrió escribiendo cartas de otros. Él solo escribió una personal: para su hija Haru. Una carta que ella guardó sin abrir. No necesitaba leerla. Él no la escribió para que ella la leyese. Magkoro significa dar con sinceridad, sin intención ni interés. Dar de todo corazón. Esta novela es precisamente un magnífico ejercicio de transmisión de dicho principio japonés: un acto total de entrega y compasión.