Keops, en el apogeo de su poder, gobierna con mano ferrea el inmenso reino de Egipto. Y como testimonio de su incomparable fuerza, ordena la construccion de un monumento funerario que asombrara al mundo, la Gran Pirámide. Sin embargo, la amenaza de los dioses se cierne sobre la familia real. Un adivino ha anunciado que el sucesor de Keops no pertenecera a su familia, sino que sera el recien nacido hijo del gran sacerdote de Ra. Decidido a alterar el rumbo del destino, Keops ordena la muerte del bebé, pero, con la ayuda de una sirvienta, el niño consigue escapar y crecera hasta convertirse en una seria amenaza para el faraón.