Aunque es la hija mayor, la princesa Faraine vive en un segundo plano, apartada de la corte.
Su don divino la convierte en un estorbo para la corona, y ha aprendido a ceder su lugar en todo a su bella y favorecida hermana menor.
Por eso, cuando el apuesto y enigmático Vor, el Rey Sombra, viene en busca de una prometida, Faraine no se sorprende de que su hermana sea su elección.
A Vor no le entusiasma la idea de casarse con una humana, pero está dispuesto a lo que sea necesario por el bien de su pueblo, y cuando conoce a la vivaz princesa Ilsevel, no tarda en aceptar un acuerdo matrimonial.
Sin embargo, ¿por qué no puede quitarse de la cabeza los inquietantes ojos de su hermana mayor?