El filósofo escocés Walter Bryce Gallie (1912-1998) abordó esta problemática en un ensayo ya clásico publicado en 1956 en el que introdujo la idea de conceptos esencialmente disputados para referirse a esas nociones abstractas que, por remitir a propiedades cualitativas y tener un fuerte peso valorativo, son objeto de controversia tanto en su definición como en los usos que de ellas se hacen; nociones abstractas como la justicia, la belleza o el arte.