Si eres humano y entras en el bosque, solo encontrarás la muerte. Pero yo no soy una simple humana. A mí me llaman «bruja».
Faelyn es una de las últimas brujas con vida, y su única responsabilidad es mantener en pie las barreras protectoras del bosque, donde merodean los lykins, criaturas capaces de cambiar su piel por pelo.
Así es como protege a los humanos de la naturaleza violenta y salvaje de los hombres lobo.
Pero cuando Faelyn se encuentra con el espíritu primitivo de la luna, no solo se convierte en el objeto de deseo del rey de los lobos, sino también en la clave para que él conserve su corona.
Decidido a controlar la magia del espíritu de la luna que ahora reside en ella, el rey reclama a Faelyn como su prometida.