Abby cree haber encontrado a su alma gemela justo a veinticinco metros de ella: su vecino de enfrente y el hermano de su mejor amigo.
Hunter, el chico por el que lleva pillada casi siete años, siempre la ha visto como a una niña inocente incapaz de mostrar un mínimo interés por los hombres, y eso la ha convertido en alguien intocable para él.
En cambio, Luke está seguro de que su hermano siempre ha tenido una debilidad oculta por ella y está dispuesto a demostrarlo fingiendo una relación con su mejor amiga para conseguir llamar su atención.