Tras la muerte de Franco, en el inicio de la Transición y a escasos meses de la celebración de las elecciones parlamentarias de 1979, un joven con aspiraciones a lograr en su ciudad natal un hueco en la práctica del periodismo se verá involucrado de una manera azarosa en un suceso que lo excede y lo desorienta. Con esta coartada, Miguel Herráez, apoyándose en un registro tangencialmente autobiográfico, ha armado una novela que sabe mezclar la recuperación de un tiempo, un período repleto de esperanzas y entusiasmos tras cuarenta años de padecer una dictadura atroz.