Cuando Iris Gray, una bruja de dieciocho años, lanza una maldición por error, debe aliarse con un chico que odia a las brujas para asegurarse de que su magia no asole el mundo.
Iris Gray sabe que las brujas no son bienvenidas en la mayoría de los pueblos.
Cuando se vio obligada a abandonar su último hogar, tuvo que dejar atrás a su padre, quien ya no estaba dispuesto a empezar de nuevo.
Y aunque el Consejo de Brujas le aplicó un castigo indulgente, Iris sabe que la están vigilando.
Ya instalada en Washington, nunca deja que nadie vea quién es en realidad; en lugar de ello, descarga su frustración redactando maldiciones que nunca piensa utilizar.