Escribir un libro es un acto silencioso y solitario, y cuando se escribe autoficción es vivir ficcionando una realidad que te lleva a la inmersión total de tu experiencia vital. Este libro está escrito desde la vertiginosa prueba que nos depara el destino. Cuando los flashes y los flash-backs se difuminan en un tiempo de paz cotidiana y rememoras todo aquello que te mantuvo vivo, aunque esto sea deplorable y miserable, tiene su recompensa enfrentándote con la verdad que nos acontece. Este libro es una breve secuela en secuencias y consecuencias que no te dejan indiferente. Es a veces frenético, otras veces es un ejercicio reflexivo, y otras tantas veces un canto a la esperanza. La esperanza cibernética. Es la unión de dos partes, de dos libros publicados por mí anteriormente, aunque se puede leer cada libro por separado, en este libro se pueden leer con una continuidad realizada como lo he creído yo conveniente. Los dos tienen un mismo núcleo como escenario que es la red de redes, o la World Wide Web. Internet es el medio por el que confluirán los amores, los desamores, la visión al mundo que nos rodea y es un espejo fiel del mundo que nos envuelve. Internet es la vida presente y la futura. Ha revolucionado el fundamento de muchas cosas que dábamos por sentadas y han tomado un carácter innovador. Internet traspasa bloqueos económicos, recíprocos intercambios culturales, ha hecho del mundo una nueva Pangea. Se han unido continentes, se han unido razas, nacionalidades, y todo lo que eso conlleva. La Mixtura es el futuro. El apropiacionismo está a la orden del día. La cultura se ha devaluado. Ahora todos y todas somos artistas, somos escritores, podemos ser lo que queramos, o lo que nos dejen ser. Cuando lean esta singular novela no quisiera que crean que es la novela de un drogadicto más loser (perdedor) que una persona al margen de la ley de los normales y su felicidad edulcorada, o sea, un outsider. Esta novela habla de drogas pero no hace apología de éstas, es una crítica, es una crónica de la postmodernidad tardía. Es pura esperanza.