Una novela breve e intensa sobre la relación padre-hijo donde la memoria dolorosa se convierte en refugio. A finales de los setenta, en un mercado de Turín, un carnicero despieza un cordero delante de sus clientes cuando de repente su perfecta coreografía se rompe y el cuchillo le atraviesa el pulgar. Empieza entonces la vorágine de su propia carne: primero una infección causada por una bacteria y luego el agotamiento, un diagnóstico feroz y viajes a clínicas en el extranjero. Su hijo Dario, de veinte años, asiste con una mirada llena de devoción y sufrimiento a este lento deterioro. Estas páginas precisas, esenciales y crudas, que narran hechos sucedidos cuarenta años antes, nos hablan de un padre de su trabajo en el mercado, su pasión por el fútbol y de su enfermedad que la fuerza del relato convierte en nuestro propio padre; y también del dolor de un hijo, un dolor que al alejarse del patetismo logra mostrar la condición humana en toda su fragilidad. Finalista del premio Strega 2024, Invernal es un ejemplo magistral de delicadeza y de memoria, capaz de arrastrarnos impetuosamente a una espiral de recuerdo