Los jardines suponen un goce para los sentidos, pues son la representación de un pequeño paraíso personal para el autor de este ensayo, Abraham Domínguez Belloso. Si a esto le unimos su pasión por el cine se convierten en la combinación perfecta para mente y alma a través de la lectura de este texto, que pone de manifiesto un simbolismo oculto que como espectadores pasa desapercibido y que solo mediante un ojo certero se puede visionar y desentrañar, para aportar una visión pedagógica que contribuya a engrandecer el séptimo arte y el concepto de paisaje.