¿Un buzón con dientes? ¿Unas farolas con ojos? ¿Un puente hambriento? Para una perrita guardiana como Nicky hasta un inocente paseo puede estar lleno de peligros.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información