Una reivindicación de la feminidad a través de la experiencia personal y los iconos culturales más controvertidos. Desde pequeña, Noemí creció en un entorno donde pintarse los labios, llevar minifalda o desear era pecado. Donde ser femenina era, para muchos, sinónimo de ser frívola, provocadora o, directamente, una amenaza. Me dibujaron así desmonta los tópicos sobre la feminidad, desde las barbies hasta Britney Spears, pasando por Pamela Anderson, Jessica Rabbit o el juicio a Amber Heard. A través de su propia historia una infancia como testigo de Jehová, una adolescencia convulsa, la experiencia de la maternidad Noemí reflexiona sobre lo que implica ser una mujer que disfruta de su cuerpo, que incomoda, que no ha sido la hija ejemplar ni la víctima perfecta. A medio camino entre el ensayo feminista y la confesión íntima, este libro es una defensa radical de lo femme. Un recorrido por una vida atravesada por la religión, el twerk, la cultura de la violación, la Superpop y el miedo constante a enseñar demasiado.