Transcurre la turbulenta primera mitad del siglo
XV en Silesia, un país entre los grandes reinos
polacos, alemanes y bohemios. Los seguidores de
la herejía fundada por Jan Hus -los husitas- se
extienden por la región. Aceptada por pobres y villanos, la nueva fe produce convulsiones sociales y
políticas. Los grandes señores están divididos: algunos se muestran a favor de los husitas, otros en
contra. La poderosa Iglesia de Roma lanza una cruzada tras otra contra los herejes, intentando destruirlos. La horca y la antorcha recorren los campos del corazón de Europa. Pero los espías husitas están por todas partes y sus ejércitos, formados por campesinos y aldeanos, derrotan a los nobles y los pasan a cuchillo.