Iago tuvo un impactante sueño: cuando estaba contemplando embelesado el exquisito trabajo recién terminado del Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago, aparece un amigo que le señala una columna enfrente. Al fijarse en ella, descubre, grabada en bajorrelieve, la configuración de la isla de Papúa. ¿Qué le querría decir? Al volverse para pedir explicaciones, su amigo había desaparecido.
Este vívido sueño en el que hasta escuchó una de las sinfonías más hermosas interpretadas por los 24 músicos inmortalizados en la piedra, le abrió la puerta a otra dimensión.
Obsesionado por esta visión y superando cierta incapacidad, decide hacer el viaje al otro lado lado del planeta, Papúa, para desentrañar el misterio de otro "Pórtico" dimensional.
En ese viaje de búsqueda se encontrará con un grupo excepcional de otros 9 viajeros, amantes de la aventura, que comandados por un guía excepcional y Daimos, el hombre encargado de la expedición, que también busca algo, se adentrarán en las montañas de Papúa para descubrir el Yoguin Male, un arbol sagrado custodiado por un hombre sabio, el guardián de los niños, que puede activar una puerta a otra realidad diferente.
Uno de esos niños le visitará en sus sueños todos los días de la expedición, hasta que se encuentre con el Yugum Amawi: el secreto de la tribu Dani.
No será una excursión al uso, será un accidentado y apasionante viaje en el que se verán perseguidos por otros personajes, muy politizados y radicales, que buscan lo mismo y que Iago y Daimos: una religuia sagrada para enarbolarla como enseña patria de unidad, con el propósito de conseguir el autogiobierno de Papúa Occidental y librarse de la explotación que está acabando con los recursos de su país, empobreciéndolos.