Cuenta un antiguo Haiku que un ladrón entró a robar en la casa.
Se lo llevaron todo.
Gritó desconsolado un monje.
A lo que el otro monje respondió Se dejaron la luna en la ventana Envueltos en el ritmo industrial de la producción editorial entregamos nuestras obras con premura y sin mucho tiempo para mirar atrás.
El siguiente número no puede esperar.
Nos robamos algo a nosotros mismos y quedamos vacíos.
Este cuidado libro de arte intenta ser esa Luna en la ventana.