La muerte no natural de un antiguo gerifalte franquista y el regreso pleno de incógnitas
de su hija al hogar desencadenan una serie de recuerdos y fantasmas familiares por parte de ella y de su hermano, alcalde del pueblo castellano en que nacieron. Una historia de familia contada a varias
voces por sus miembros —actuales y ya desaparecidos—, en la que irrumpe con todo su impacto la ejecución de un atentado terrorista cuya autoría no acaba de dilucidarse. Como explica su autor, «no es de la Guerra Civil ni de unos atentados concretos de lo que habla esta historia, sino de otras
amenazas y otros terrores que aún nos acompañan o pueden estar por venir».
Es ésta una novela sobre las cuentas pendientes con la memoria que aún tiene este país, pero también
acerca de la necesidad de reconstruir para él una casa o patria común en que puedan obtener el
digno lugar y reconocimiento que les corresponde «todas nuestras víctimas».