Una institutriz acude al cuidado de dos niños en una vetusta mansión victoriana. Lo que en principio parece un cometido agradable derivará en una situación de pesadilla. Este fantástico relato de terror de Henry James, publicado originalmente en 1898, ha influido a diversos cineastas como, por ejemplo, Alejandro Amenábar (Los otros) o a Michael Winner (Últimos juegos prohibidos).