"Conocemos a los grandes protagonistas del 18 de julio de 1936, como Mola, Franco o Queipo de Llano, que pusieron en jaque al Gobierno de la Segunda República con su golpe de Estado y la guerra civil resultante de este. Sin embargo, detrás de estos hombres hubo mucho otros cargos medios e incluso civiles que contribuyeron a la victoria del bando sublevado. Esta obra pone nombre y apellidos a quienes lo hicieron posible en Zaragoza, ciudad que planteaba un reto mayúsculo para los golpistas por ser el segundo núcleo urbano más importante bajo su control, por la presencia consolidada de las organizaciones de izquierdas y por su cercanía a Cataluña.