Fujiko aprovecha el viaje de Yawara a Canadá para crear su propio equipo de judo.
Pero, a pesar de su determinación, conseguir reclutar a cuatro judokas y formarlas en un deporte que ella desconoce resulta más difícil de lo previsto.
Para llevar a cabo su misión, tendrá que recurrir a viejos conocidos.
Decidida a dejar el judo, la voluntad de Yawara se verá duramente puesta a prueba, tanto por Fujiko como por Jody.