Gran parte de los problemas de las empresas derivan de una mala comunicación. Y gran parte del fracaso de las personas en el plano individual se debe a su poco carisma trasladando ideas, convenciendo o vendiéndose a sí mismos. Evitan miradas, hablan dubitativos, se apoyan en abundantes ehhh y ummm , sus gestos reflejan tensión, se sacan defectos a sí mismos El resultado es inevitable: no se cree en ellos como proyecto. Ningún jefe ascenderá a un empleado que se expresa así ante él; ningún cliente comprará un producto o servicio a un comercial que se lo presente de esta manera; nadie sentirá atracción por nosotros en el terreno personal. A todos nos seducen las personas con magnetismo. El éxito de tu mensaje depende siempre de cómo te vean los demás, lo que, a su vez, depende de dos factores: la pasión que sientas y la seguridad que tengas en tu mensaje y en ti mismo. Este libro te va a permitir llegar adonde tú te propongas. La base: controlar la palabra, los gestos, las miradas, los silencios; en definitiva, la comunicación, porque de nada te sirve ser muy valioso si no convences de ello. El talento, s