La poesía de Christopher Caudwell responde, como no podía ser de otra manera, a las características que él mismo postuló en Illusion and Reality a propósito de la poesía contemporánea, a saber: “La poesía es rítmica, intraducible, irracional, no-simbólica, concreta y está caracterizada por emociones estéticas condensadas”. Con frecuencia adolece de culturalismo. El lema del libro es una traducción de la Antología palatina realizada por el propio Caudwell; los últimos versos de “Classic encounter” (“Encuentro clásico”) aluden a la impetración de Hécuba a Zeus, expresada en Las Troyanas (líneas 884-887); “Orestes” recrea el mito griego en clave existencial, como poco después haría Jean Paul Sartre en el drama Las moscas. y así podríamos continuar. Otras veces privilegia la intertextualidad, como ocurre, por ejemplo, en los poemas “Sonnets of W. M. Smith” (“Sonetos de W. M. Smith”) “In Memoriam T. E. Shaw” o “Thoughts from an English guest” (“Pensamientos de un invitado inglés”), en cuyos versos resuenan ecos de Christopher Marlowe, W. B. Yeats y Robert Burns, respectivamente. Durante el año de 1927, escribió la mayor parte de los versos que aparecerían posteriormente en Poems (1939), seleccionados por su amigo Paul Beard a partir de una gran cantidad de manuscritos, excepto Orestes, que podría haberse escrito algo antes. El epígrafe de la colección, que iba a resultar profético, da cuenta de su labor como traductor, a la que se deben algunas versiones de las Odas de Horacio y de la Antología Palatina: "¡Hombres tristes, que vagáis, en diferida esperanza / confiando, no pensando en la muerte dolorosa! / Aquí estuvo Seleuco, grande de mente y palabra, / quien su juventud dorada disfrutó solo unas horas. / Tan alejado de Lesbos, al fin del mundo, en España, / yace siendo un extraño en playas inexploradas."