Vemos el mundo en plano subjetivo.
Todos los días, cuando abrimos los ojos, y
tras otra noche soñante de subjetividad
interior, nos encontramos a nosotros
mismos viendo de nuevo lo que acontece a
nuestro alrededor inmediato. No hay otra
forma de ver el mundo. Quizás por esta
limitación de la realidad, el plano subjetivo
haya sido tratado por los críticos de cine
con cierto distanciamiento, y haya sido
considerado y estudiado solo parcialmente.
Y es que si desde un uso narrativo
podemos ver este recurso subjetivo
bastante limitado, no será así desde un
punto de vista conceptual. Hoy día en la
fotografía, la televisión, el videoarte, el
video-diario, el experimental, el
documental o Internet, se puede
comprobar la atractiva y efectiva
funcionalidad del entorno del plano
subjetivo.
Se analizará en este trabajo cómo se
constituye este particular plano subjetivo,
sus variantes, de qué forma se mezclan con
éxito sus diferentes conceptos mentales, y
cómo se ha multiplicado su uso gracias a
Internet, Youtube, Skype, los Selfies, y los
videojuegos.