El pionero trabajo científico de Leonardo da Vinci fue prácticamente desconocido en vida de este genio del Renacimiento. Fritjof Capra, prestigioso científico y autor de grandes éxitos editoriales, demuestra que, en muchos sentidos, Leonardo fue, en efecto, el "padre (no reconocido) de la ciencia moderna". A partir del examen de más de seis mil páginas de los cuadernos de notas que han sobrevivido, Capra explica que Leonardo abordó el conocimiento científico con la mirada del artista. A través de sus estudios de las formas vivas y de las inertes, desde la arquitectura y la anatomía humana a la turbulencia del agua y los modelos de crecimiento de las hierbas, fue un precursor del enfoque empírico y sistemático de la observación de la naturaleza, lo que hoy se conoce como método científico. Las explioraciones científicas de Leonardo abarcaban un espectro de extraordinaria amplitud. Estudió los patrones de vuelo de las aves para crear algunas de las primeras máquinas de volar. Con su ocnocimiento de los pesos, las palancas, las trayectorias y las fuerzas, diseñó armas de fuego y fue reconocido como uno de los más importantes ingenieros militares de su época. Estudió óptica, la naturaleza de la luz y las funciones del corazón humano y del sistema circulatorio. Por sus grandes conocimientos de hidráulica fue contratado para proyectar la infraestructura de Milán y la llanura de Lombardía, tareas en las que empleó los principios que hoy utilizan los urbanistas. Era un genio de la mecánica, y sin embargo su visión del mundo no era mecanicista, sino orgánica y ecológica, por lo que la ciencia de Leonardo -con siglos de adelanto- es tan pertinente.