Para meditar, no es preciso ser un iniciado. Basta con tomarse el tiempo necesario para respirar unas cuantas veces, cerrar los ojos y dejar que el cuerpo se relaje. Basta con dejarse llevar por las palabras de Arnaud Riou para, paso a paso, mediante pequeños ejercicios y meditaciones guiadas, partir al descubrimiento de la calma.