El pequeño Saül no es un pirata como los otros. Es más bien bajito, le gusta regalar flores, se ha tatuat un conejo al brazo y hace un pastel de piña delicioso. Hacerse el llevar no hace nada para él. El resto de piratas del Calamar Enmohecido no tarda a darse cuenta que es diferente.
Será capaz el pequeño Saül de demostrar su valía como pirata o sus compañeros de barco lo tirarán por la borde?