Woody cree tener muy claro qué significa ser un juguete, hasta que Bonnie trae a casa a Forky, un muñeco hecho con un tenedor desechable que no para de meterse en problemas. Woody intentará cuidar de él durante un viaje por carretera y, por el camino, conocerán a nuevos amigos y se reencontrarán con un juguete perdido.