Vincent van Gogh fue un niño tímido y solitario que nació en un pueblo de Holanda. Allí observaba el trabajo de los campesinos y sus duras condiciones de vida. Más adelante, su espíritu inquieto le llevó a viajar por diversos países de Europa intentando apoyar a los más desfavorecidos.
Con el tiempo descubrió que la mejor forma de ayudar a los demás era expresándose a través de la pintura. La magia de sus colores y la fuerza de sus pinceladas dotaron a sus cuadros de una inusual belleza, que hoy todos podemos disfrutar.