Este libro analiza críticamente el estado del bienestar en nuestro país mostrando que las intervenciones públicas que la ciudadanía considera importantes para su calidad de vida (la sanidad, la educación para niños y adolescentes, los servicios de ayuda a las familias -como escuelas de infancia y servicios domiciliarios-, la creación de trabajo o las pensiones) son muy insuficientes. El autor realiza también una crítica de los argumentos que aparecen en los medios de información justificando la austeridad social imperante en el país (como la necesidad de mantener la competitividad de la economía española frente a la globalización económica o la necesidad de conseguir la integración monetaria y integrados en la economía internacional tienen estados de bienestar más deasrrollados que el nuestro.