PERRAULT, CHARLES / DORÉ, GUSTAVE
Los cuentos clásicos en una maravillosa traducción de Carmen Martín Gaite.
Como era pequeñísimo, y cuando vino al mundo no levantaba del suelo más que la altura de un dedo pulgar, le pusieron de sobrenombre Pulgarcito.
Este pobre niño era la víctima de la casa y siempre le echaban la culpa de todo.
Pero sin embargo, era el más listo y avispado de todos los hermanos y, aunque hablaba poco, escuchaba mucho.