Estas historias se remontan a los tiempos en que el mundo era joven, la mofeta era vanidosa, el chivirín era una miguita de pan, el erizo era tímido y suave, y el lirón tenía insomnio.
Cuarenta y cuatro fábulas contemporáneas para comprendernos mejor a nosotros mismos a través del prisma de la sabia naturaleza, aquellas que Corona escuchó durante sus largos paseos entre el silencio de los valles y los picos nevados.