Los personajes de Luis Magrinyà son de lo más variopinto. Con un estilo analítico, reflexivo, humorístico y antisentimental, modulado por una conciencia extrema del lenguaje, así como por una exigencia de precisión constante, Luis Magrinyà construye un sistema de equilibrios deslumbrante y singular, despreocupado de los géneros, experimental de un modo personalísimo, sincero y esquivo.